
Traumaterapia
En la Traumaterapia es fundamental la relación de buen trato entre la persona que consulta y la psicoterapeuta, en oposición a las experiencias de maltrato vividas, se entiende también como un vínculo de apego en términos profesionales, toda vez que la Traumaterapeuta otorga un espacio afectivo y segurizante a las adultas que han sufrido situaciones de maltrato y por ende vínculos abusivos y dañinos.
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La Traumaterapia se compone de tres fases y generalmente tiene una duración mayor a la psicoterapia común, sin embargo dicha duración no se encuentra preestablecida sino que se ajusta a las necesidades de cada consultante.
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La primera fase de la Traumaterapia está enfocada a la evaluación del daño y de los síntomas que presenta cada consultante y tiene por objetivo la estabilización y la autorregulación de la persona consultante. La segunda fase busca el empoderamiento de la consultante a través de la promoción de nuevas estrategias de afrontamiento que contemplen cambios a nivel cognitivo, emocional y conductual. Y la tercera y última fase de resignificación busca trabajar la historia de vida e integrar las experiencias traumáticas a la vida presente para que resulte una vida más coherente y constructiva.

